La tradición gastronómica del puerto de San Juan de Luz y Ciboure da protagonismo a los productos del mar. Junto con el Ttoro, esta sopa familiar tradicional de pescadores que combina diferentes pescados y crustáceos, o el marmitako, esta receta que una vez se cocinó en medio mar a base de atún, estos platos cotidianos se han convertido en emblemas culinarios del puerto. La bahía también ofrece algunas especialidades pasteleras, entre ellas el histórico macarón de la casa Adam, que conquistó al Rey Sol durante su estancia en la ciudad. En el siglo XX, la casa Pariès causó sensación con su Kanouga, caramelo tierno y fundente de chocolate, y sus macarons denominados mouchous. Más recientemente, la vinificación submarina del innovador taller Egiategia complementa el panorama gastronómico de la bahía.