Declarado Monumento Histórico en 2005.
Antes de adquirir su fama por el célebre matrimonio de Luis XIV, la casa Lohobiague, construida entre 1643 y 1649, ya destacada por su arquitectura, que rompía con los códigos tradicionales del Labourd. Propiedad de un acaudalado armador, la casa combina dos expresiones arquitectónicas distintas. En cuanto al puerto, en el sur, Lohobiague-Enea destaca por su imponente y funcional fachada, con sus torres y sus dos plantas de galerías, antiguamente abiertas en terrazas. En el lado de la plaza, la función de aparejo está asegurada por una fachada clásica realzada con decorados y enmarcada por dos torrecillas en trampantojo. Esta fachada norte, inspirada en el estilo XIV, recuerda a las palacetes urbanos que florecían entonces en las grandes ciudades de la época. Perteneciente a la misma familia desde su construcción, la casa Lohobiague abre a los visitantes la planta noble de esta vivienda histórica, de la que se ha actualizado y restaurado un notable techo a la francesa decorado con escenas bíblicas en cartucho.