Inscrito como Monumento Histórico en 2008.
Para proteger el puerto pesquero construido en 1624, en 1627 se construyó un fuerte de protección en el islote rocoso de la punta de Socoa. Rechazado por los habitantes, el fuerte fue reconstruido en la década de 1680 ante las amenazas de un desembarco inglés. El ingeniero Ferry organizó el sitio alrededor de una imponente torre almenada con aspecto medieval. Tras numerosas modificaciones, el fuerte acoge las aduanas a principios del siglo XX. Posteriormente fue ocupado por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Restaurado por André Pavlovsky, el fuerte alberga una escuela de vela de 1946 a 2002. Actualmente propiedad de la aglomeración del País Vasco, este monumento inseparable del paisaje de la bahía, sigue esperando revelar todos sus secretos.
Visita posible.